Conductor del informativo matutino Primero Noticias (1:N) en canal 2 de Televisa, y del noticiero vespertino "Contraportada" en Radio Fórmula. Ha sido corresponsal de guerra en Afganistán y Haití. En Indonesia cubrió los desastres que ocasionó el tsunami. Es autor del libro "El Negocio. La economía de México atrapada por el narcotráfico" y coautor de "Bitácora de Guerra". Premio Nacional de Periodismo 2005; Premio del Certamen Nacional de Periodismo durante 2002,2003 y 2004 ; Premio de la Asociación Nacional de Locutores en 2002 y 2003, el Primer Premio Parlamentario de Periodismo en 1998, entre varios otros. En mayo del 2007 recibe el Premio Nacional de Periodismo por el mejor programa de análisis y debate de la televisión "Tercer Grado".
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[Historias de Reportero]
Lunes, 13 de octubre de 2025 20:08 Carlos Loret de MolaDemasiados muertos
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Claudia Sheinbaum decidió hacer lo que Andrés Manuel López Obrador nunca se atrevió: ir a las zonas de desastre, mirar a los damnificados a los ojos, caminar entre el lodo y escuchar de viva voz los reclamos. No puso el pretexto de cuidar la investidura ni se escondió en la base militar más cercana para evitar el contacto con el pueblo al que tanto presumía representar. En el libreto político, la imagen de la presidenta en contacto con los afectados por la emergencia de las lluvias fue sencillamente perfecta. El gesto humano, empático, el sello de mujer de la presidenta con A.
Hasta ahí, todo bien.
Pero en la era de las redes sociales, los triunfos pueden ser tan efímeros como lo que tarda un celular en captar una escena bochornosa. Y en Veracruz, la narrativa dio un giro incómodo.
Cuando los damnificados —entendiblemente desesperados, dolidos— reclamaron, la presidenta Sheinbaum perdió la poca paciencia que tiene. En lugar de escuchar, los calló. En vez de empatizar, regañó. En un par de minutos, se exhibió de mecha corta, autoritaria y déspota. La que había ido a recoger los reclamos se convirtió en la que no tolera ser cuestionada. La realidad que no penetra en las mañaneras donde luce imperturbable, se le estrellaba en la ...
